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Bastones de Bronce, fundición a la cera perdida

El moldeo a la cera perdida, también conocido como fundición a la cera perdida o vaciado a la cera perdida, es un proceso escultórico utilizado para crear figuras de metal, principalmente de bronce y oro. Este método se basa en la creación de un molde a partir de un prototipo modelado en cera de abeja, escayola u otro material. Su origen se remonta a la Antigüedad, donde fue desarrollado de forma independiente por civilizaciones como los sumerios, indios, chinos, mesoamericanos e incas.

En el proceso de fabricación utilizando la técnica de moldeo a la cera perdida, se comienza con la creación de un modelo en cera que representa la figura deseada. Este modelo de cera se recubre con un material refractario que se solidifica alrededor de él. Una vez que el material se ha endurecido, se coloca en un horno donde la cera se derrite y fluye hacia fuera a través de orificios creados para este propósito, de ahí el nombre de "cera perdida". Luego, se inyecta el metal fundido en el espacio dejado por la cera, tomando la forma exacta del modelo. Para obtener la figura final, es necesario romper o eliminar el molde.

Una de las principales ventajas de este proceso es la alta precisión dimensional que se puede lograr, lo que no es posible con otros métodos. Se pueden obtener tolerancias ajustadas de hasta 0,002 mm por mm. Aunque controlar múltiples variables es fundamental en este proceso, el acabado superficial resultante es excelente. Sin embargo, es un proceso costoso, por lo que se utiliza principalmente para la fabricación de pre-series, prototipos y reproducciones artísticas, siendo menos común en volúmenes de producción elevados.

La fabricación de objetos utilizando el moldeo a la cera perdida implica un proceso largo, costoso y complejo, que requiere la colaboración de diferentes oficios. Los escultores se encargan del diseño general y la coordinación, los moldeadores se ocupan de los primeros pasos, los fundidores se encargan del horneado y la inyección del metal fundido, y los cinceladores y patinadores se encargan del acabado final. Esta forma de trabajar el metal, especialmente el bronce, exige la combinación perfecta y adecuada de todas estas habilidades artesanales.

Bastones de bronce

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